LA HISTORIA DE EDIPO
EDIPO.- ¡Ay, ay! Todo se cumple con certeza. ¡Oh luz del día, que te vea ahora por última vez! ¡Yo que he resultado nacido de los que no debía, teniendo relaciones con los que no podía y habiendo dado muerte a quienes no tenía que hacerlo!
Un oráculo anunció a Layo, rey de Tebas, que su hijo, que iba a nacer, llegaría a ser su asesino y se casaría con su madre.
Al nacer el niño, Layo ordenó que lo matasen, pero su criado, le perforó los pies y lo suspendió con una correa a un árbol.
Un pastor, atraído por los lamentos del niño, lo recogió y lo entregó al rey de Corinto. Éstos lo adoptaron como hijo con el nombre de Edipo.
Un día, el oráculo le anunció a Edipo que su padre moriría y que su madre volvería a casarse. Para evitar que esto sucediese, Edipo marchó de Corinto creyendo que el rey de Corinto y su esposa eran sus verdaderos padres. En el viaje encontró a Layo y, por un litigio, lo mató en una encrucijada, sin saber quien era. Después llegó a Tebas, que estaba amenazada por la esfinge, un monstruo con cuerpo de perro, garras de león, cola de serpiente, alas de pájaro y cabeza de mujer.
A las puertas de Tebas, la esfinge le detuvo y le preguntó un enigma:
"¿Cuál es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al mediodía y tres por la tarde?
Edipo le contestó:"Ese animal es el hombre, que en su infancia anda sobre sus manos y pies, y adulto sólo sobre sus pies y en su vejez, ayudándose de un bastón como si fuera un tercer pie". La esfinge, furiosa al ver descifrado su enigma se lanzó desde un peñasco y murió.
Los habitantes de Tebas hicieron rey a Edipo y le dieron como esposa a Yocasta, su auténtica madre. Cuando se descubrió la verdad Yocasta se suicidó y Edipo huyó de Tebas y se arrancó los ojos.
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