MATERIAL:
-Un recipiente de vidrio, metal o barro
-Una cuchara de madera
-Una caja de madera
-1/4 de litro de aceite (aprox. un vaso)
-1/4 de litro de agua
-3 cucharaditas de sosa cáustica
¡ATENCIÓN!: La sosa cáustica es muy corrosiva! Debes evitar que entre en contacto con tu ropa o piel.
¡MANOS A LA OBRA!
1. Pon la sosa cáustica en el recipiente y añade agua poco a poco. ¡Cuidado! no toques en ningún momento la sosa cáustica con la mano.
2. Añade el aceite lentamente, removiendo la mezcla sin parar con la cuchara de madera durante un buen rato. Cuando aparezca una espesa pasta blancuza, lo habrás logrado (ten paciencia)
3. Si por mucho que remuevas la mezcla, y no lo logras, no la tires. Pásala a una cazuela y caliéntala. Removiéndola de nuevo aparecerá por fin el jabón.
4. Para que el jabón salga más blanco se le puede añadir un producto blanqueador, por ejemplo un poco de añil. Para que huela bien se puede poner esencia (limón) e incluso pedazos de hierbas aromáticas.
5. Pon la pasta obtenida en una caja de madera, para que vaya escurriendo el líquido sobrante. Al cabo de uno o dos días podrás cortarla en trozos con un cuchillo.Ya estará en la lista para ser usada.
TRABAJO DE:
MARÍA Y MªISABEL
Generación del 27
Hace 9 años
1 comentarios:
Buen trabajo.
Poned algún enlace a páginas relacionadas con el tema y otro vídeo distinto del de Bob Esponja :-)
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